Abandonado... Misterioso... Portalada... Palacio... Juan de Espina...

 

 

 

El escudo sin timbre es de un sólo campo, en el que puede verse un árbol con cinco panelas y rodeado de una bordadura de sotuers. El árbol ha de ser, un espino, y su simbolismo claro, por tanto, al apellido Espina.

Carmen G. Echegaray recoge la descripción de un expediente en el que se dice: "Pasamos a la casa de don Bartolomé de la Espina, bisabuelo del presidente, y hallamos ser casa muy antigua y de solar conocido, con una torre muy grande fábrica del tiempo y una muralla fuerte y grande con tres torreones y almenas que guardan la frontera, y encima de la puerta que esta poniente a ella, dos salvajes con sus mazas".

Curiosa la descripción en lo que se refiere a lo que aquí nos interesa más: la portalada. Porque si, ciertamente, estos hombrones tienen la cara feroche, como parecen tenerla los que montan guardia en otros lugares, con sus armas y morriones, la calificación de "salvajes" nos parece excesiva, y, desde luego, impropia. Estan vestidos a la usanza de la época, los gorros, de aire frigio, o "de dormir", y que pudiera ser muy bien el uso de la zona de Trasmiera, como cubrecabeza más frecuente y típico de la indumentaria local, nos demuestran que representan personas civilizadas.

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