La casa de Espina se encontraba situada en Ampuero, por lo menos desde el siglo XVI, en el que ya vivían don Ortega Sanz de la Espina y Velasco, casado con doña María González de Alvear, padres del don Bártolome que más arriba indicamos; descienden de este solar grandes personalidades y veedores de nuestras reales armadas, pero el dato más interesante es la posesión de las famosas ferrerías de Ampuero, conocidas como del Molino y Entrambos-Ríos; la primera pasó a posesión de esta casa por ser propiedad de doña Manuela de la Cotera y Camino, viuda de Juan de Espina, en el primer tercio del siglo XVIII (1).

Fue Diego de la Espina y Lezcano, nacido en Ampuero en 1627, caballero de Santiago como su padre, y señor de la casa de la Espina. Tenía capilla propia en la parroquial, con dos capellanes, y otra en la capilla de su casa. Salieron ramas para América (Lima) y diversas personalidades.

Había un rico archivo en la torre que fue destruido en un incendio que se produjo en 1765, siendo propietario de la casa don Juan Antonio de Espina y Velasco, del Consejo de S.M., secretario, ministro y contador principal de la real junta de aposentamiento de la real casa. Dice que ardió la torre del llamado "Palacio" de la Bárcena durante la misa mayor, desapareciendo una gran parte del archivo a pesar de haber colaborado todos los vecinos "a campana tañida" en la extinción del fuego (2).

En una casa próxima se repite el escudo (Fig. nº 488 a.)

(1) M. C. González Echegaray, Aportación al estudio de las ferrerías montañesas, Pub. de Etnografía y Folklore, vol. V, 1973, págs. 129-212.

(2) Archivo Histórico Provincial, C.E.M., legajo 21-28.