Podemos decir que la Heráldica es la ciencia que se ocupa de describir los escudos de armas. La Heráldica como tal, nace en el siglo X. En España en los albores del siglo XI.

En una época en que las pesadas armaduras llegaron a cubrir todo el cuerpo del guerrero, del que apenas si se distinguían los ojos a través del ventalle de la celada, resulta lógico que los caballeros ansiosos de distinguirse por sus hazañas personales, hicieran dibujar sobre sus armas, especialmente en sus escudos, como parte más visible, emblemas que permitieron reconocerlos. La costumbre fue tan bien acogida que pronto proliferaron los blasones, adaptados tan arbitrariamente, que se hizo sentir la necesidad de someter a reglas estrictas la adopción y uso de armerías. Por ello nace la figura del Heraldo, oficial que en la Edad Media, tenía a su cargo llevar los registros de la nobleza.

Estas regulaciones se precisarán durante el siglo XV con la aparición de los Reyes de armas jueces y heraldos, y la ciencia del blasón prosperó rápidamente.

Los tratadistas alemanes se ocuparán de estudiar el escudo en sí, su origen, simbolismo, normas e historia, mientras los franceses se dedicaron a buscar el lenguaje y terminología heráldicos, lo que realizarán con tanto acierto que en el siglo XVI, impusieron sus normas a toda Europa.